Teatro "El Dragón"

|

EL DRAGÓN

(Entra un dragón doliéndose de la tripa; entre lamentos intenta asustar al público.).

DRAGÓN.- ¡Ay! ¡Qué dolor! ¡Qué dolor de tripa! Me he comido cuarenta pasteles, doce tartas, y... doce niños ¡tan ricos!... y... tres niñas... ¡tan saladas!

(El dragón sigue quejándose de su tripa, se toca la barriga a dos manos y mirando al cielo da tremendos gritos de dolor.).

¡Ay! ¡Qué dolor de barriga! (Dirigiéndose al público) ¿Sabéis lo que en realidad me sentó mal?..¡la cena! Aquel hombre lleno de pelos y de verrugas, estaba totalmente agrio y tenía sabor a coliflor. ¡Ay! mi tripa.

(Sigue quejándose y por fin se tumba totalmente agotado y enfermo en el suelo. Entra un grupo de niños jugando a la pelota.).

NIÑO 1.- ¡Mía! ¡Es mía! (Los niños se pasan la pelota de mano a mano.).

NIÑO 2.- ¡Eres un tramposo! Es mía. Yo soy Zidane. ¡Es mía! Ahora tendrías que pasármela a mi.

NIÑO 3.- Bueno, por qué no jugamos un partidillo de fútbol es este sitio.

NIÑO 1.- Si, si. Tú y tú contra yo, que ¡yo! soy Ronaldo.

NIÑO 2.- Yo me pido este dragón de portero...

NIÑO 1.- ¿¿¿Ese dragón-o-o-ón?

NIÑO 3.- ¿Cómo-o-o-o...? (El niño 3, asustado, sale que se las pela.)¡¡¡Mamáááá....!!! (Sale de escena.).

NIÑO 1.- (Tartamudeando.) U-un-dra-gó-gó...óónnnnn. ¡¡¡Sorroco!!! (Sale de escena con los pelos totalmente de punta. Para conseguir este efecto especial el personaje pensará en el último control de Matemáticas.).

NIÑO 2.- (Se acerca con cuidado al dragón tumbado.) ¡Hola!

(Se acerca más.) ¡Hola! (Se acerca un poquito más.) ¡Hola! ¿Estás bien!

DRAGÓN.- (Levantando la cabeza y soltando un bufido de fuego.) ¡No!

(El niño da un salto hacia atrás.).

NIÑO.- ¡Qué susto!

DRAGÓN.- ¿Quién eres? ¿Vienes a curarme? ¿Eres médico?

NIÑO 2.- (Este niño, por si no lo sabéis va para locutor, o sea, que tiene una lengua rápida y reseca.). Respecto a la primera pregunta que me haces, querido dragón, he de decirte que me llamo Jesulín y no soy de Ubrique, nací en La preciosa ciudad de Pinto, centro de España; y sobre la segunda en la que me preguntas que si voy a curarte... ¿de qué? ¿de qué quieres que te cure? ¿de un resfriado? ¿de una gripe? ¿te duele la cabeza, mejor dicho ese cabezón enorme?...¡debes decirme que te duele para que te cure...! ¿no crees?. Tu tercera pregunta es más importante...¿eres médico, dices? La respuesta es sencilla: no, no soy médico. Te diré que me gustaría ser.... (Sigue y sigue hablando sin parar.).

DRAGÓN.- ¡¡¡Cállate, cállate, que me desespera-a-aa-aas!!!

NIÑO 2.- ¡Es qué no me tienes paciencia! (Sale de escena cabizbajo.).

DRAGÓN.- ¡Ay! qué dolor más terrible. (Sigue quejándose tumbado en el suelo. Entra saltando y cantando Caperucita.).

CAPERUCITA.- (Deja de cantar. Asustada se acerca poco a poco al dragón. Caperucita es redicha, presumida y bastante güay/o sea.) ¡Oh! Un dragón. ¡Ah! ¡Qué asco! ¡O sea, qué dragón más feo! (Se asusta y de un salto se aparta.). O sea, vaya dragón más feo ¡Ah! Es un bicho asqueroso. (Se le empieza a quitar el susto y se acerca poco a poco otra vez.) ¿Qué te pasa dragón? ¿Por qué estás en el suelo? O sea, ¿de qué te quejas dragón?

DRAGÓN.- No soy un dragón, estúpida, ¡soy una dragona!

CAPERUCITA.- Ya me lo parecía a mi. O sea, me he dado cuenta que eras una dragona, se te nota en la tripa enorme que tienes... ¿estás embarazada? ¿a qué si?....¡¡¡pero qué lista soy!!! ¡Muá, muá! (Se da besos a si misma.)

DRAGÓN.- (Enfadado.) ¡No estoy embarazada, estúpida, estoy inflada de tanto comer.

CAPERUCITA.- ...Y estás echado en la hierbecita, o sea, haciendo la digestión.... ¡pero qué lista soy! (Se da besos a si misma.) ¡Qué lista soy, madre mía, o sea, qué lista soy. No me merezco!

DRAGÓN.- (Más enfadado.) ¡No estoy descansando, estúpida, estoy enferma! ¡Me duele muchísimo la tripa!

CAPERUCITA.- (Dirigiéndose al público.). Ésta no es el dragón, ésta es el lobo y no está embarazada ni le duele la barriga; seguro que dentro de su tripa está el leñador que me quiere comer. (Dirigiéndose al dragón.) ¡Feo, asqueroso! Lobo feo. ¡Anda que te den, o sea! (Y sale muy erguida y soberbia del escenario quejándose y protestando de que la quieran engañar de una forma tan simple. En el escenario se queda otra vez el dragón retorciéndose de dolor visceral. Sus atroces gritos dan una pena enorme. Entra en el escenario el señor del butano.).

BUTANERO.- ¡Butano! ¡Butano! (Dirigiéndose al dragón.) ¿Es este el 1º B? Aquí tiene una bombona de butano... Novecientas noventa y la voluntad.

DRAGÓN.- ¿Qué dices?

BUTANERO.-¡En euros...(Saca una calculadora y hace números)...en euros novecientos noventa euros y la voluntad. ¡Butanooooo! ¿Es el 1º B o no es el 1º B?

DRAGÓN.- ¡El primero que ve...el primero que ve! ¡No! ¿No es el primero que ve! ¿Pero qué dice este tío?

BUTANERO.- (Sale de escena quejándose.) ¡Butano! ¡Butano! (Entran en escena dos señoras hablando continuamente sin parar. Son las vecinas del dragón.).

VECINA 1.- ¡Hola vecino!

VECINA 2.- ¡Hola vecino! (Empiezan a hablar sin parar de todas las cosas de la casa, del barrio, de la compra, de las rebajas, de la “boa”... Mientras hablan se pasean por el escenario y de vez en cuando se dirigen al dragón y le dicen ¡Pero que gandul, eres vecino! !Ahí tumbado y la casa sin barrer! ¡¡¡Gandul, gandul!!! Salen por fin del escenario después de que nos hayamos enterado de las vidas y milagros de los demás. El dragón se queda en el escenario dolorido y quejoso. Entra en escena la niña de los anuncios.).

NIÑA.- ¿Qué susto, un dragón!

DRAGÓN.- ¡Soy una dragona! y estoy empachada.

NIÑA.- ¿Y por qué?

DRAGÓN.- De tanto comer.

NIÑA.- ¿Y por qué?

DRAGÓN.- Porque tenía hambre.

NIÑA.- ¿Y por qué?

DRAGÓN.- Porque llevaba días sin comer.

NIÑA.- ¿Y por qué?

DRAGÓN.- (Burlándose enfadado.) ¡Y por qué! ¡Y por qué! ¡¡¡Y yo que sé por qué!!! (Entra en el escenario el padre.).

PADRE.- ¿Estás aquí hija mía? (Dirigiéndose al dragón.) ¡Usted perdone señor dragón, pero esta hija mía no para de dar la tabarra!

HIJA.- ¿Y por qué?

PADRE.-¡P o r q u e p r e g u n t a s m u c h o, h i j i t a ¡Venga vámonos a casa!

HIJA.- ¿Y por qué? (Salen del escenario. En el escenario queda el dragón todo dolorido. En ese momento entra la princesa y ve al dragón quejándose y le da pena.)

PRINCESA.- ¿De qué te quejas, dragón?

DRAGÓN.- Tengo un empacho que no puedo con mi cuerpo.

PRINCESA.- (Dirigiéndose al público.) Con el empacho que tiene este bicho no creo que me pueda comer.

PRINCESA.- (Pensando.) Bueno, bueno. Lo primero que tenemos que hacer es curarte. Pero yo no sé nada de curaciones ni de enfermedades; sólo tuve las paperas el año pasado y dos días solamente... (Habla y habla sin parar)

DRAGÓN.- ¡Ay!, esto no hay quien lo aguante.

PRINCESA.- La verdad es que para ser un dragón eres bastante debilucho y además un quejica.

DRAGÓN.- ¡Cuándo me cure y me vuelva el hambre ya te diré yo...!

PRINCESA.- ¡ Dragón ladrador, poco mordedor ! Mira, será mejor que vayamos a buscar al mago Libertad para que te cure. (La princesa llama al mago para que le cure.) ¡Mago! ¡Mago Libertad! (El mago no entra en escena y la princesa pide a los espectadores que llamen con ella al mago.) Todos conmigo, vamos a llamar al mago Libertad. (Todos.) ¡Mago! ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!

(Entra el mago totalmente cojo.) ¿Que te pasa Libertad?

MAGO.- ¡Ay! Si yo te contara. Esta pierna se ha dormido y no se quiere despertar.

PRINCESA.- Pues mira te llamaba porque el dragón está enfermito. Ha cogido un empacho.

MAGO.- Pues le voy a dar un jarabe. Tenéis que saber que este jarabe está hecho con una cola de lagartija, tres patas de araña, dos pelos de murciélago, una verruga de sapo y tres cucharaditas de azúcar. (Se dirige a la princesa.) ¡Venga, a tomarse la medicina! ¡El jarabe, el jarabe!

PRINCESA.- ¡Qué yo no estoy mala, señor mago!, ¡es al dragón!

MAGO.- (Se dirige al dragón.) ¡Venga, a tomarse la medicina! ¡El jarabe, el jarabe!

DRAGÓN.- ¡Aggg! ¡Qué asco! ¡No me lo tomaré nunca!

PRINCESA.- ¿Entonces qué hacemos? (Dirigiéndose al público.) ¿Entonces qué hacemos? (Dirigiéndose al mago.) A ver listillo, entonces ¿qué hacemos?

MAGO.- Si no quiere tomarse mi brebaje yo no sé que hacer. Yo soy mago no adivino. Para adivinar tendríamos que llamar a la adivina Igualdad. (Se dirige al público y los anima a llamar con él a la adivina Igualdad.) Todos conmigo, vamos a llamar a la Adivina Igualdad. ¡Adivina! ¡Igualdad! ¡Igualdad! ¡Igualdad! (Entra la adivina en el escenario con su bolita de cristal.)

ADIVINA.- ¿Quién me llama? ¿Qué queréis de mi?

MAGO.- El caso es que este dragón está empachado y queremos curarle.

ADIVINA.- Yo no curo, yo adivino el futuro.

MAGO.- Pues ya que estás aquí podrías decirnos el resultado de las quinielas.

ADIVINA.- Ese no te lo digo.

MAGO.- ¿Y el de la primi?

ADIVINA.- Tampoco.

MAGO.- ¿Y el de la lotería?

ADIVINA.- Tampoco.

MAGO.- ¿Y el número del cupón?

ADIVINA.- Tampoco.

PRINCESA.- ¿Y el cuponazo?

ADIVINA.- Tampoco.

PRINCESA.- ¿Y la bonoloto?

ADIVINA.- Tampoco.

MAGO.- Y entonces ... ¿qué nos puedes decir?

ADIVINA.- Te puedo decir una adivinanza, para eso soy una adivina... (Dice una adivinanza. La adivinanza tendrá que aprenderla este personaje de su abuela que sabe muchas. Después se marcha tan tranquila y feliz.)

PRINCESA.- ¿Qué hacemos ahora?

MAGO.- Lo mejor será que llamemos al médico de guardia. (Saca el móvil y llama al médico de guardia. Empiezan a sonar móviles por todos sitios. Entra en el escenario el doctor acompañado de la ambulancia y del enfermero. Entran haciendo el ruido de las sirenas con una camilla y muy nerviosos. Se mueven por el escenario sin pasar.)

PRINCESA.- (Intenta poner calma.) Doctor, doctor. Mire (Señala al dragón y el médico lanza un chillido histérico y cae hacia atrás. El ayudante-enfermero y la ambulancia-ayudante recogen al doctor y se lo llevan a urgencias rápidamente haciendo el ruido de la ambulancia.)

MAGO.- Esto se arreglaría con una buena inyección. ¡Podríamos llamar al practicante! (Saca el móvil.) ¡¡¡No tengo cobertura!!! Lo mejor será que lo llamemos a gritos. El practicante se llama Caridad. ¡Caridad! (Todo el público llama con ellos.)¡Caridad! ¡Caridad!

PRACTICANTE.- ¡Qué no soy sordo!. Buenas tardes... Buenas tardes.

PRINCESA.- Tienes... que... ponerle... una... inyección... a... este... dragón.

PRACTICANTE.- Bueno, bueno. Aquí traigo dos inyecciones. No sé cuál ponerle. (Se dirige al público y le enseña la pequeñita.) ¿Le pongo ésta? (Después de recoger la negativa de los espectadores, se vuelve a dirigir al público y le enseña la gigante.) ¿Le pongo ésta?... (El público asiente vociferante y satisfecho.) Bueno, bueno, pues le pondré ésta. (Agarra la descomunal jeringuilla y se acerca con aviesas intenciones al dragón.) ¡¡¡Pon el culo dragón!!! ¡¡¡Pon el culo!!!

DRAGÓN.- ¡No! ¡No! Nunca pondré el culo, ¡nunca! ¡Asesino! ¡Asesino! (Y espantado de miedo huye de la escena y se queda apoyado con cara de susto en la pared.)

TODOS.- ¿Y ahora, ¿qué hacemos? (Suena la música y aparece en escena el Hada.¡Chan!)

HADA.- ¿Qué necesitáis de mi? (Dirigiéndose al practicante.) Tú, a ver, ¿dime un deseo y te será concedido?

PRACTICANTE.- Si, si, ¡qué me toque la primi! ¡qué me toque! ¡qué me toque!

HADA.- (Golpeándole en la cabeza con la varita mágica.) Boing, boing.

PRACTICANTE.- (Sujetándose la cabeza.) ¡Me ha tocado! ¡Me ha tocado! (Sale del escenario tambaleándose.)

HADA.- Mago, ¡y tú!, ¿qué oculto deseo tienes?

MAGO.- Yo quisiera tener un golpe de suerte.

HADA.- Muy bien, ¡aquí tienes uno! Boing, boing.(Y le suelta un golpe con la varita mágica en la cabeza.)

MAGO.- ¡Qué golpe! (Sujetándose la cabeza.) ¡Qué golpe! (Sale del escenario doliéndose.)

HADA.- Y tú, princesita linda ¿Qué deseo tienes?

PRINCESA.- Tengo, tengo, tengo tres deseos: Uno... que cures al dragón; dos... una muñeca que hable, haga pipí y cante como la La Pantoja y tres... que encuentres al príncipe de mis sueños.

HADA.- Muy bien, princesita. Empezaremos por curar al dragón. Esto es muy fácil le daré un "golpecito" con mi varita mágica y se curará al momento. (Se dirige con aviesas intenciones a donde está el dragón enarbolando la varita.)

DRAGÓN.- ¡Nunca! Nunca me golpearás con esa vara. ¡Menuda varita! Jo, que varita usa esta hada de pacotilla. ¡Prefiero que me explote la barriga! (El dragón, ¡por fin! sale de escena.)

HADA.- ¡Desagradecido! Bueno, princesita, entonces te concederé el segundo deseo, ¿qué era?, esta memoria mía...

PRINCESA.- Una muñeca, una muñeca que cante, hable y haga caca todo el día.

HADA.- Bueno, bueno (La hada dice las palabras mágicas y entran en el escenario varias muñecas.) ¡A elegir!

PRINCESA.- (Dirigiéndose a la muñeca 1.) ¿Tú qué sabes hacer?

MUÑECA 1.- Yo hablo, canto en estéreo y te despierto cada hora por la noche, lloro y pataleo y digo palabrotas.

PRINCESA.- (Dirigiéndose a la muñeca 2.) ¿Y tú?

MUÑECA 2.- Yo hago pis, caca, me tiro pedos y eructo antes de las comidas.

PRINCESA.- ¿Y tú? (Dirigiéndose a la muñeca 3)

MUÑECA 3.- Yo hablo, canto y puedo jugar contigo y darte compañía...

PRINCESA.- (Alegre.) ¡Me quedo con ésta! ¡Me quedo con ésta!

HADA.- Y ahora el deseo tres...

PRINCESA.- Si, si. El príncipe, el príncipe.

HADA.- (Dice las palabras mágicas y hace grandes gestos y chan, aparecen los Reyes Magos y Papá Noël. Los Reyes y Papá Noel discuten entre ellos. No se ponen de acuerdo. ¿Quién trae más juguetes, los Reyes o Papá Noel? ¿Quién regala las pilas Melchor o Basaltar? ¿Quién vuela más alto Papá Noel o Gaspar? ¿Quién ganará la Liga el Real o el Madrid?

PRINCESA.- (Casi llorando) ¡¡¡Yo quiero un principe!!! (Los Reyes magos y papá Noel se van discutiendo.).

HADA.- (Vuelve a decir las palabras mágicas y hace grandes gestos y chan, aparece el príncipe acompañado del rey y la reina.)

PRÍNCIPE.- ¡Qué pasa aquí! ¡A ver qué pasa aquí!

REY.- (Repite haciendo los mismos gestos.) ¡Qué pasa aquí! ¡A ver qué pasa aquí!

REINA.- (Repite haciendo los mismos gestos.) ¡Qué pasa aquí! ¡A ver qué pasa aquí!

PRÍNCIPE.- Yo soy el príncipe de Tuquistán y estos mis vasallos, éste mi padre el rey y ésta mi madre la reina.

(La frase que dice el príncipe es repetida primero por el rey y luego por la reina.).

PRINCESA.- Yo soy la princesa...

(El príncipe se acerca embobado a la princesa suena la música.)

PRÍNCIPE.- A tus pies princesa...

(La frase que dice el príncipe es repetida primero por el rey y luego por la reina.).

PRINCESA.- ¡Oh, qué simpático!

REY.- (Repite haciendo los mismos gestos.) ¡Oh, qué simpático!

REINA.- (Repite haciendo los mismos gestos.) ¡Oh, qué simpático!

(Suena la música y el telón se cierra lentamente.).

FIN

0 comentarios: